Odio el invierno y quien me conoce lo sabe. No me gusta la lluvia ni el frío, ni la gente que me dice que debería de estar acostumbrada por haber nacido en una ciudad con tantos montes verdes… Sí, son verdes… a la fuerza…
Ahí va mi lista de cosas que me ayudan en estos grises y tristes días sin luz…
1.- Pensar en coger un vuelo a mi particular paraíso terrenal… Bolnuevo, un pequeño pueblo pesquero murciano, donde la gente transmite la alegría de vivir todo el año de terrazas y cañas.
2.- Escapar. Ya que emigrar al Sur no siempre es fácil, intentar disfrutar del invierno con una escapada a las pozas termales de Arnedillo. Estar en bikini con aguas a 30 grados mientras ves las montañas de alrededor nevadas y rodeadas de buitres siempre es un puntazo.
3.- Bienvenida pereza. Pocas veces me dejo sucumbir pero si algo tiene el invierno es que te puedes pasar todo un día lluvioso holgazaneando por casa sin pensar, como en verano, que estás perdiendo el tiempo. Y llamo holgazanear a oír durante horas llover a través del cristal mientras te das media vuelta y sigues durmiendo. A ver capítulo tras capítulo esa pedazo de serie. A descubrir buena música navegando por youtube. A terminar «Al sur de la frontera, al oeste del Sol«.
4.- Un buen chocolate a la taza con croissant en el Biolitz de Irún o con Brioche de Agirre. Lo más.
5.- Diseñar camisetas. Sí, ya sé que esto se puede hacer todo el año… pero el resto de las estaciones son más de estar en la calle, yo por lo menos… Hace un par de meses diseñé mi primera camiseta. Con una estrella (of course… algún día os hablaré de mi fascinación por ellas) trazada con lentejuelas negras. Es posible que sólo me guste a mí… pero sí, me encanta… Y ya tengo un montón de ideas más para continuar…
6.- Quedar para desayunar en el Branka. Ver la playa desierta a primeras horas de la mañana y el oleaje en invierno es un placer. Y verlo con un café caliente entre las manos, mucho más.
7.- Algo muy de la tierra… Una buena alubiada con sacramentos en cuadrilla. Recuerdo una con mis amigas después de subir el Ernio, ¿o fue el Adarra?, y las que nos pegamos casi cada año mi hermano y yo en Peñas de Aia. Con guindillas, of course.
8.- Si a mí no me gusta el invierno, imaginad a mis rubias… Más allá de ir al teatro, al cine, a patinar sobre hielo y al Aquarium cada invierno… no hay demasiados planes divertidos para ellas en esta estación. Pero hay algo que sí les mola… y es algo tan sencillo como ponerse las katiuskas y saltar en los charcos. Y les encanta salir a la calle con paraguas. Así que este año yo también me he agenciado unas buenas botas de agua y este mismo fin de semana me las llevo a ver la fuerza del mar al Peine del Viento… Chubasquero, gorros y a mojarse!!
9.- Las chimeneas. El fuego de una chimenea crea una atmósfera única y un ambiente increíble… ¿O no?
10.- Por supuesto, sofá-peli-manta. En días como estos es el plan number one… Por cierto, hoy he visto «El lobo de Wall Street«… qué grande es Scorsese y qué sublime está Di Caprio…