Pura vida

Sesenta horas en La Isla Bonita son suficientes para enamorarte de su luz. Hay tantos planes en Ibiza como personas así que cada uno puede elegir la Ibiza que quiera. En nuestro caso elegimos la Ibiza tranquila de calas y sitios bonitos para cenar pero nos dejamos seducir también por los encantos de la noche ibicenca por unas pocas horas.

img_6885

Visita obligada a Eivissa capital nada más aterrizar y dejarse perder por sus callejuelas empedradas y por sus gentes de mente abierta. Es mejor no ir con prejuicios a la Isla y disfrutar de todos los ambientes que se mezclan con mucha naturalidad. La luna llena en el horizonte.

img_6847

Ibiza y sus calas. Como nos alojamos en Es Canar visitamos calas y playas que no quedaban demasiado lejos del hotel. Espectaculares Cala Boix, Aigües Blanques, Cala Xarraca y Cala d´en Serra.

img_6857

Cala Boix

img_6878

Cala d´en Serra

img_6880

Vistas desde el Chiringuito de Cala d’ en Serra

Cenar en Pura Vida es disfrutar de todos los sentidos. Situado en Niu Blau, muy cerca de Santa Eulalia, al borde de la playa y con una carta espectacular diseñada por un donostiarra afincado en la Isla, el cocinero Javier Fabo Aranzabal. Increíble el foie con mermelada de tomate, el carpaccio de bogavante y el rodaballo a la sal. Y las vistas, y la compañía, y sus sillones chill-out 😉

pura-vida-2

pura-vida

Otra parada obligada es el mercadillo hippy de Las Dalias con multitud de puestos de artesanía, ropa, joyas y gastronomía. Me recordó al de Mauerpark en Berlín pero el de Ibiza más profesional y de calidad. Alojarse en la Isla en agosto es casi un problema por la escasez de plazas hoteleras y por sus desorbitados precios… así que la opción de dormir en el Hotel Can San Jordi fue todo un acierto. Buena calidad/precio y tranquilidad que es lo que buscábamos.

img_6875

Un hotel familiar para descansar bien

img_6886

La piscina, pequeña y acogedora con hamacas y sin ruido

Visitar el Ushuaia aunque sea una vez en la vida. Y ver a David Guetta en directo ante sus fieles antes de coger el avión de vuelta. Ibiza tiene de todo y para todos. Yo me quedo con su luz, con la claridad del Mediterráneo y con la sensación de su mar. Y con las ganas de volver y visitar Formentera

Añadir comentario

Tu dirección email no será publicada. Campos requeridos marcados con *