Una palabra bella. Con un significado más bello aún. El tiempo todo lo arregla, todo lo cura, todo lo pone en su sitio. Nankurunaisa. Los japoneses utilizan esta palabra para expresar que uno debe confiar en que el tiempo es un buen aliado.
Y, sin embargo, me niego a perder ni uno solo de mis días. Y por eso hay otro lema que ronda siempre mi cabeza. How long is now. Vive y disfruta el ahora. Se nos olvida con demasiada rapidez el placer de caminar descalzos sobre la orilla, de una conversación que engrandezca el alma, de dar un abrazo a la persona que queremos…
Como decía José Luis Sampedro «El tiempo no es oro. El oro no vale nada. El tiempo es vida». Y esto al hilo de una reflexión suya que leía el otro día y que fotografié para no perderla de vista:
Sabiduría pura. El arte de vivir… El otro día la rubia mayor me preguntó cuál es el sentido de la vida. Así, a bocajarro. Y sin pensarlo demasiado le respondí, «ser feliz». Pero quizás haya tantos sentidos de la vida como personas y cada cual ha de buscar el suyo. Y la otra noche angustiada musitó… «y para qué nacemos si vamos a morir…» Esa consciencia temprana de que estamos aquí de paso y esa oportunidad única para poder explicarle que por eso mismo debemos preocuparnos lo menos posible, relativizar y dar importancia a lo que realmente la tiene…
Y, entre tanta intensidad de pensamientos a los 9 años…, seguimos buscando el sentido de la vida teniendo muy claro que lo importante es mirarse al espejo, reconocerse y sentirse orgulloso de uno mismo. Con todo. Casi nada.