Parecía que no llegaría pero aquí está implacable el invierno. El mar arrastra con furia lo que encuentra en su camino mientras nos dejamos seducir por la lluvia en los cristales. Días de calor de hogar y de chocolate con churros. De proyectos que empiezan a gestarse y que ni imaginamos a dónde nos llevarán. Febrero es el mes más gris del año, quizás por eso planificar ahora los eventos del verano me devuelven la luz que necesito.
Y mientras, como decía Lennon «la vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes»…
Pocas canciones más bellas que ésta. El joven Buckley y su eterna melancolía.
Las rubias crecen a pesar de que el día a día y las prisas no te dejan verlo con tanta claridad. De repente te ves hablando de cómo vienen los niños al mundo con tu hija mayor. Así, de sopetón. Y para esto tampoco te preparan. Que se pare el mundo que me quiero bajar en esta estación…
Muchas ganas de volver a emocionarme con una ópera. En una semana «La Traviata» de Verdi llega al Kursaal. La historia de “La Dama de las Camelias” de Alejandro Dumas.
No sé si os lo he dicho… pero ¡con ellas cada día es Carnaval!
Febrero es el mes más gris del año.. Totalmente.. Me encanta tu entrada!
Gracias… y a ponerle luz!! 😉
Eso!! 🙂