couple

Ella abrazaba a la luna y él escondía un cigarro.

Ella abrazaba la luna y él escondía un cigarro. Casi a diario se veían y pasaban inadvertidos a los ojos del otro. De esas caras conocidas que uno no sabe de qué. La semana se le hacía cuesta arriba a él. Ella seguía abrazada a la luna. Poco o nada le faltaba para ilusionarse. Los exámenes le traían por la calle de la amargura pero se pintaba los labios de rojo, como si el carmín fuera su amuleto de la suerte.

Entraba al banco una lluviosa mañana. Con más ganas de salir que de entrar. La ciudad gris. El día gris. La ropa gris. Ella escuchaba «Like the Wheel» de The Tallest Man On Earth con los auriculares a todo volumen mientras paseaba a su perrita Luna. Sin apenas un duro en el bolsillo. Él forrado. La casa, el coche, el apartamento en la costa y las vacaciones… todo pagado.

Ella soñaba con ir a Roma y montar en Vespa. Él hacía tiempo que había dejado de soñar. Bueno, no… A veces se encendían en él las ganas de dejarlo todo, el banco, a la mujer, vender el apartamento de la costa y viajar en autocaravana. De joven había vivido un verano viajando de este modo y había sido, sin duda, el mejor de su vida. Sin apenas preocupaciones, con poco dinero en el bolsillo, la mochila cargada de ilusión y una novia con carmín rojo en los labios y una perrita.

Él no sabe en qué momento dejó de perseguir sus sueños. Ella piensa comerse el mundo, trabajar en el banco y tener algún día un apartamento en la playa.

 

 

escalera

Deco dreams…

Si quieres ideas de decoración, visita Pinterest y sueña con casas de estilo nórdico. Techos altos, paredes y muebles blancos y elementos de decoración sencillos pero con un estilo increíble. Esta escalera no sube al cielo pero casi… y decorada con guirnaldas me encanta.

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A esta altura no hace falta que confiese que soy de estrellas. Esta, de Marquee Love, no tardará en estar en nuestra recién estrenada entrada de casa. Tiene luces LED, es de cartón y se puede decorar con washi tape.

 

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Siento debilidad por las letras para decorar, lo reconozco. En la pared del pasillo tenemos puesto «Hey you, smile» con letras de zinc y madera que compramos en Valentina Shop. Y ahora a un cabecero básico de Ikea le hemos añadido «Dreams». Algunas ideas parecidas por aquí…

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Dormitorio de Kenay

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Letras de Letrasdecorativas

Los palets. Mesas, cabeceros, estanterías… Todo lo que se te ocurra se puede hacer con palets, decorando de una manera sostenible. Nosotros hemos optado por una mesa con palets lijados en blanco para el salón… pero en internet se encuentran alternativas deco muy especiales:

palets

A seguir soñando…

 

 

 

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Nada más importa (nothing else matters)

Dedicar más tiempo a lo que realmente nos hace feliz. Seguir esta premisa es lo que nos salva del hastío. Escribir, ir a un concierto, dormir, dedicar tiempo de calidad a las rubias, tomar un verdejo con bonita conversación un viernes cualquiera, el vermouth del domingo e invitar a tu casa a tu gente.

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Invitar a tu casa a tu gente y que las rubias crezcan con el buen sabor que da rodearte de familia, la de verdad y la que eliges. Posiblemente sean los mejores recuerdos que tengo de la infancia, los domingos rodeados de primos en casa de los abuelos. Entre la colección de llaveros del abuelo Pedro, la caja de fotografías en blanco y negro y las historias de una guerra y una postguerra que nunca tuvo que ser.

Hoy, al escuchar «Nothing Else Matters» de Metallica (¿la mejor balada de la historia?) tocada por mi hermano con la nueva guitarra de mi hija, me emocionaba. Es como si de repente se uniera tu pasado con tu presente y se dieran la mano. Perfecta sintonía.

«Duda. Sorpréndete. Sé rebelde. No te conformes. Lánzate. Arriesga. Di que no. Sonríe. Di por favor y gracias. Saluda siempre. Camina al lado, ni delante ni detrás. No mires nunca por encima del hombro. Sé humilde. No hagas nunca caso al que te diga que no puedes. Sí puedes. Recuérdalo. Sé firme en tus ideas. Decide por ti misma. Intenta ser justa. Trabaja la paciencia. Cuida y haz amigos. Por ese orden. No dejes de hacer nunca lo que te gusta. Tu hermana antes que nadie.»

Esto es lo que me nacía escribirle a mi hija el día que hacía 8 años. Añadiría «Piensa en ti«, eso que tantas veces se nos olvida. 8 años de un aprendizaje diario y continuo, de la profesión más bonita del mundo, más exigente y que más inseguridades da. Ser madre, con todo, con lo que la vida te da y te quita. Ser madre sabiendo que ni eres perfecta ni falta que hace. E intentar serlo cada día soltando lastre, soltando miedos y sobre todo, soltando culpas.

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instantes

Somos instantes

Un año son momentos. Una vida, instantes. Pasear por 365 días y encontrarme tirada en la arena del Sur bajo la luna, con risas y confidencias. Con mucha más vida si cabe que siendo dos niñas, saltando las olas del mar que nos ha visto crecer. Cerrar los ojos y escuchar esa voz entonar melodías que te desarman por completo y te dejan al descubierto, sin máscaras, sin artificios… y añadirle a Vedder calles lisboetas empedradas y tranvías que van directos al cielo.

Desayunar en Donosti, cenar a orillas del Mediterráneo y en el ecuador del día comer un bocata viendo una delicia de concierto de Napoka Iria en Ulía. Tomar el vermouth en el malecón de Zumaia y pasar olímpicamente de los fuegos artificiales desde el Branca mientras la ciudad se paraliza. Los panchitos de los martes y/o jueves. Oír unos acordes desde nuestro «tenderete» del Jazzaldia y salir corriendo pensando «lo que suena es muy grande y no sé lo que es» y descubrir a James Vincent Mcmorrow.

Que «perder» una apuesta sea ver «Los Miserables» en Pamplona por sorpresa. Ir a escalar y entender que la montaña que tanto me cuesta subir simplemente no es mi montaña. Conocer a Martín, a Martina y a Jimena, dar la bienvenida a Nahia y a Leo. Despedir, con lo que cuesta… Bañarnos en el puerto como chiquillos. Echar de menos vuestras risas y las cenas en la terraza y citarnos para un día al azar dentro de muchos años. Bourdeaux o la ciudad donde uno viviría si fuera universitario.

Entender que tu hija mayor ya no es tan pequeña y que tu hija pequeña se está haciendo mayor. Sentir satisfacción y miedo a la vez. Es posible, sí. Y romperte al pensar lo increíble que es la complicidad entre las tres. Magia pura. Canela fina.

Y por fin París

instantes

(Si sólo somos instantes, vivamos la vida en cada suspiro)